EL CONGRESO DEL CEJ SOBRE LOS RETOS FORMATIVOS DE LA JUSTICIA REFUERZA LOS VÍNCULOS DEL SECTOR CON LA CIUDADANÍA
El congreso ‘La transformación de la Justicia al servicio de las personas’, que el Centro de Estudios Jurídicos (CEJ) ha celebrado los días 27 y 28 de junio dentro de su III Escuela de Verano, ha estrechado los lazos entre el sector Justicia y la sociedad a través de la formación.
Así lo destacó el secretario de Estado de Justicia, Tontxu Rodríguez Esquerdo, en la inauguración del evento, donde aseguró que la formación abierta del CEJ, de la que es ejemplo la III Escuela de Verano, “acerca el trabajo y la formación del sector Justicia a la sociedad, aumentando así los vínculos entre ambos”.
El foro ha reunido durante dos jornadas a especialistas nacionales e internacionales para reflexionar, entre otras materias, sobre los desafíos formativos que desarrollan el Plan Justicia 2030, la estrategia europea de formación judicial o la importancia de la cooperación institucional en el ámbito de la formación.
“El programa de este congreso es la plasmación de que el Ministerio de Justicia es una casa abierta no solo a su personal, sino también a todas las profesiones jurídicas y al conjunto de la sociedad”, resaltó Rodríguez Esquerdo, para quien el CEJ es “la mejor conexión entre todos los mundos que confluyen en la Justicia”.
El valor estratégico de la formación
La directora del CEJ, Abigail Fernández González, ofreció la primera de las ponencias, donde expuso los retos formativos para desarrollar el Plan Justicia 2030. Durante su intervención, subrayó “el valor estratégico de la formación como motor de cambio”. La formación, apuntó, “es una herramienta imprescindible para la gestión de ese cambio y la ejecución de políticas públicas dirigidas a revolucionar y a mejorar la calidad del servicio público de Justicia”.
Precisamente la selección y formación del personal de Justicia fue el eje de la primera mesa redonda, donde anteriores responsables del CEJ como Artemi Rallo Lombarte, Lourdes Rodríguez Rey e Israel Pastor Sainz-Pardo hicieron balance de los diferentes proyectos impulsados a lo largo de sus mandatos.
Además, destacaron como reto de futuro la necesidad de contar con un planteamiento estratégico que defina los distintos perfiles profesionales de la Administración de Justicia y determine las competencias esenciales que deben reunir.
La perspectiva europea
La dimensión internacional del congreso llegó de la mano de la mesa redonda sobre la perspectiva europea en la formación del personal de Justicia. Representantes de instituciones con las que el CEJ desarrolla proyectos de colaboración compartieron aspectos clave de los diferentes modelos formativos implantados en el continente europeo.
Sobre esta materia aportaron sus puntos de vista Wojciech Postulski, jefe de Equipo de Formación Judicial Europea de la Dirección General de Justicia y Consumidores, Unidad de Transición Digital y Formación Judicial de la Comisión Europea; Ingrid Derveaux, secretaria general de la EJTN (Red Europea de Formación Judicial); Jean-Philippe Rageade, director general de la ERA (Academia de Derecho Europeo) y Gianluca Grasso, miembro del Comité Directivo de la Scuola Superiore della Magistratura.
Entre las principales conclusiones de la mesa, se apostó por la digitalización de las acciones formativas con el fin de facilitar los procesos de aprendizaje y reducir los desplazamientos del alumnado. De esta forma, además, se fomenta un modelo de enseñanza más respetuoso con el medio ambiente.
Justicia accesible
La accesibilidad de la Justicia, con especial atención a la perspectiva de género, fue otro de los temas centrales de la primera jornada. La mesa contó con la presencia de la directora general del Servicio Público de Justicia, Àngels García Vidal; la fiscal jefa de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado, Ana Isabel García León; el representante de la Unidad de Capacitación y Supervisión del Ministerio Público de Costa Rica, Luis Humberto Villalobos Oviedo, y la coordinadora de la Fundación CERMI Mujeres, Isabel Caballero Pérez.
En sus intervenciones, las personas participantes detallaron los pasos que se están dando en sus diferentes ámbitos de actividad para avanzar hacia una Justicia más inclusiva.
Espacio participativo
El programa se completó con actividades simultáneas a las celebradas en el plenario, con el fin de generar un espacio participativo. En concreto, se desarrollaron tres grupos de trabajo y dos experiencias. Los talleres versaron sobre detección de necesidades formativas, los procesos de gestión del cambio y la transferencia de conocimiento al puesto de trabajo en la Administración de Justicia.
En cuanto a las experiencias, una de ellas se basó en técnicas de dinamización de grupo para fomentar el pensamiento estratégico y el trabajo en equipo, y la segunda potenció la generación de contenidos formativos gracias a las posibilidades que ofrece el metaverso.
Cooperación institucional
La segunda jornada del congreso arrancó con la mesa de debate sobre cooperación institucional en la formación del personal de Justicia. En ella tomaron parte el vicerrector de Formación Permanente y Extensión Universitaria de la UNED, Miguel Ángel Santed Germán; la directora del Servicio de Formación Continua de la Escuela Judicial, María Jesús Millán de las Heras, y la directora del Centre d’Estudis Jurídics i Formació Especialitzada de Catalunya, Encarna Bodelón González.
En este marco, hicieron hincapié en los proyectos comunes que cada institución está desarrollando junto al CEJ para impulsar la formación del personal de Justicia y abogaron por incrementar esa cooperación para la mejora del Servicio Público de Justicia.
Programa de becas y marco de competencias digitales
También tuvieron espacio en sendas ponencias dos de los principales proyectos en los que ha trabajado el CEJ durante este año: la gestión del programa de becas del Ministerio de Justicia para la preparación de oposiciones y la definición del Marco de Competencias Digitales para la formación del personal de Justicia.
La primera de ellas corrió a cargo de María de Galardi Mendiluce, subdirectora adjunta de la Jefatura de Estudios del CEJ, quien recalcó que el objetivo del programa es “democratizar el acceso a los Cuerpos de Justicia, comenzando por los procesos cuyas oposiciones son más complejas y que habilitan para acceder a los puestos de más responsabilidad”.
La subdirectora general y jefa de estudios del CEJ, Teresa Muñoz-Reja Herrero, se ocupó de presentar el Marco de Competencias Digitales para la formación del personal de Justicia. Un documento que, según destacó, “pretende servir de guía para definir planes docentes en el ámbito de la Justicia, así como de herramienta de autodiagnóstico para valorar el nivel de aptitud en las distintas competencias y trabajar en aquellos aspectos que se necesitan desarrollar”.
Clausura
En la recta final del congreso se expusieron en el salón de actos las conclusiones de los diferentes talleres, como paso previo a la clausura del evento, que corrió a cargo del secretario general para la Innovación y Calidad del Servicio Público de Justicia, Manuel Olmedo Palacios.
El representante del Ministerio puso en valor los cambios que está acometiendo la Administración de Justicia para prestar un mejor servicio a la ciudadanía. Una labor en la que apostó por compatibilizar las oportunidades que abre el uso de las nuevas tecnologías con el mantenimiento de una atención personal para “no crear una nueva brecha entre la Justicia y la sociedad”.
Las distintas actividades del congreso han planteado ideas que contribuyen a enriquecer la formación del personal de Justicia desde una perspectiva interdisciplinar y social. Unas aportaciones que servirán de germen para el programa de la IV Escuela de Verano del CEJ, donde se seguirá reflexionando sobre cómo mejorar a través de la formación la respuesta que desde el Servicio Público de Justicia se ofrece a la ciudadanía.